No soy Total

Entre mis recuerdos mas antiguos están los de aquel tiempo en que un niño comienza a sentir su sexualidad, normalmente estos recuerdos se difuminan entre los del descubrimiento del mundo que nos rodea, simplemente es una experiencia de descubrimiento mas, que pasa desapercibida entre el gran numero de sensaciones nuevas que un ser humano percibe durante sus primeros años de vida.

En mi caso no fue así, pues desde que comencé a tener consciencia de la sexualidad sentí en mi algo diferente. Mis pensamientos sexuales, cuando aun no comprendía el porque me era tan agradable el frotamiento con el colchón, tenían ya una clara connotación BDSM.

Solo era un niño, adquiriendo, primero, los valores morales de mis padres y después los de los maestros de un colegio católico y de la sociedad en general. Valores que chocaban frontalmente contra mis fantasías.

Sabia que era un buen chaval, sufría si veía a una persona o un animal sufrir, no era el típico abuson, todo lo contrario, solía defender a las victimas de los abusones, quería a mi familia y a mis amigos y jamás le hacia daño a nadie conscientemente... pero por las noches cuando el roce de las sabanas alzaba mi mente hacia lo mas profundo de mi y el instinto mas básico impulsaba mis pensamientos fantaseaba con escenas de dominación, de humillación, de violencia,... Cuando todo acababa se mezclaban el éxtasis del cuerpo con el amargo sabor de la culpa.

Recuerdo que "rezaba", le pedía a "Dios" que me perdonara y me prometía a mi mismo que no volvería a masturbarme...

Por supuesto, la noche siguiente se repetía el ritual... Me torturaba pensando que en el fondo yo era una mala persona, me preguntaba si de mayor me convertiría en un maltratador o incluso en un violador.

Solo era un niño, casi siempre feliz pero que cargó durante toda su infancia con la injusta carga de la culpa.

La adolescencia transcurrió de una forma similar pero hubieron 2 acontecimientos que marcaron la diferencia.

Comencé una relación de pareja estable, sentimental y sexualmente completa Y por supuesto vainilla. Había alcanzado lo que se suponía que tenia que haberme realizado pero yo no tenia esa sensación, al contrario, en los 5 años que duro esta, ame y fui amado y "disfrute" del sexo convencional pero comencé a saborear la amarga falta de plenitud. Lo tenia todo y me sentía incompleto.

Durante este tiempo la casualidad me llevo a una vieja y polvorienta tienda de cómics de segunda mano escondida entre las callejas de barrio de gracia de Barcelona. El anciano que allí atendía, no tomo demasiadas precauciones a la hora de apartar los cómics para adultos de la vista de un menor (probablemente ni siquiera sabia lo que vendía) y entre aquellos interminables montones de cómics encontré una joya. Cuando llegue a casa me encerré en el cuarto de contadores, bajo las escaleras y descubrí, ilustración tras ilustración, que no estaba tan solo.

Aquel comic viejo y en blanco y negro, relataba las dichas de Sukia la vampiresa, una Domina sádica y letal, las viñetas mostraban escenas explicitas de Dominación y sumisión, de sadomasoquismo y sometimiento mental, no era la primera vez que ojeaba una publicación para adultos pero jamás olvidare aquella tremenda excitación. Eso era exactamente lo que me hacia vibrar y comprendí que, a pesar de mi falta de plenitud existencial, no estaba tan solo.

La culpa siguió siendo mi compañera durante mucho tiempo pero ahora, con la perspectiva del conocimiento recuerdo aquellas visitas furtivas al cuarto de contadores con cierto cariño.

Pasaron algunos años y un día, de nuevo la casualidad, me llevo ante otra revelación. Con el fin de comprar alguna broma para la despedida de soltero de un conocido, entré, con unos amigos, en un sexshop. En aquel lugar extraño y psicodélico, en una pared de moqueta roja, dentro de un vitrina, se exponían las carátulas de las películas que se iban reproduciendo en las cabinas. Un alto porcentaje de esas películas eran de temática BDSM.

¡Vaya!, resulto que estaba menos solo de lo que pensaba...

Tras el descubrimiento de las películas BDSM gane algo de paz y pensé que lo que necesitaba era practicarlo, asumí que era tan solo una "preferencia" sexual y no una enfermedad o simple maldad.

Llego Internet como una avalancha de información que tarde un tiempo en comenzar a asimilar. Comencé a leer, a chatear y a comprender.

El día que comprendí que la D/s era mucho mas que una preferencia sexual, que es una forma de sentir y de vivir supe que conseguiría sentirme pleno, completo, total.

El total es la suma de las partes y por fin sabia como ser la suma de todas mis partes. Ese día me puse mi Nick, el que he utilizado hasta ahora.

Esa realidad ha cambiado, por ahora, por lo que he que he decidido cambiar de nuevo mi Nick, cerrar un ciclo para poder abrir otro.

Un abrazo.

ManelDom