Un complemento para toda la vida

.

Hoy es de esos días en que mi cabeza está algo alborotada y busca porqués. Buscarle el porqué a todo no es malo en sí, pero es fastidioso cuando encontrar un porqué te genera más preguntas que respuestas. Y entre todo mi universo caótico mental me he encontrado de frente con un recuerdo casi escondido.

Hace mucho tiempo fui a parar a un bonito blog personal de una sumisa que pasaba ya la sesentena de años. Era hermoso y cercano ver como hablaba de sus sentimientos de sumisón, pero también había un apartado que emanaba mucha tristeza. En él hablaba de su último Amo, de una forma que nunca se podría asegurar con exactitud si la relación terminó o éste falleció siendo ambos ya muy mayores.
Tampoco se podría asegurar, leyendo sus entradas, que estuviera o no dispuesta a entregarse de nuevo o se plantaba en esa etapa de su vida con los bellos recuerdos del pasado que narraba junto a su Amo.
Pero lo que sí que era ciertamente tangible es que había vivido la relación que había ansiado en sus principios como sumisa, que la había llenado y que a pesar de las dificultades propias de la vida y de las relaciones, había sido feliz y lo era también ahora.

Y así, he pensado, que en cierta manera eso es lo que quiero para mi. Y de hecho es lo que he querido siempre: cuando se acerque el final, echar de menos en mi vida a cuantas menos personas mejor. Porque yo nunca he sido una mujer de relaciones esporádicas. Me gustan las historias largas con todas sus visicitudes. Desarrollar las relaciones sin que éstas se queden estancadas.

En una relación D/s los recovecos son tantos que no parece que pueda terminar nunca de desarrollarse. Siempre en plena evolución, cuando cesa ésta, todos lo hemos visto: la relación termina. Está claro que éste no es el único motivo de que una relación termine, ni siquiera el más frecuente. Quizás sí que es el más usual cuando se trata de parejas que hemos visto juntas durante mucho tiempo. Simplemente éste es un motivo más, al igual que lo son la incompatibilidad, los diferentes puntos de vista sobre el BDSM, el desamparo, y un largo etc. Y aunque tendamos a buscar culpables, no siempre los hay.

Pero retomando... que así estoy hoy, como os he dicho, dispersa.

Pienso  en mi, y hablo de mi ahora. Llevo más de dos años de relación con mi cachorrito. Estoy muy satisfecha con ella globalmente tanto como si puntualizamos. La harmonía familiar es muy buena, como pareja estamos en constante evolución, como Ama satisface mis necesidades emocionales, como persona creo estar haciendo un buen trabajo con él exteriorizando aptitudes que estaban latentes en el (como la cocina, de la cual disfrutamos toda la familia). Y aún podría decir más.

Con Manel llevo más tiempo junto a él que sin él. Más de la mitad de mi vida vivida ha sido a su lado. Nunca me he planteado una separación ni he tenido dudas sobre nuestra relación. Siempre he sido feliz a su lado. Hemos superado juntos los malos momentos que arrastra aveces la marea de la vida. Le amo más que el primer día. Lo cual, analizado un poco frívolamente, creo que sigue la evolución lógica de una relación de pareja. Otra cosa no tendría sentido.

A mi me gusta ver como avanzan las relaciones. No creo que sea posible cansarse de una relación o de una persona. Tal vez es de nosotros mismos de quien nos cansamos. Y está claro que hay que esforzarse para llevar a buen puerto una vida en común.
No oigo a los Doms ni a los sumis hablar de como se imaginan cuando sean ya muy mayores como para llevar el ritmo de sesión sadomasoquista, ni de como se cuidarán cuando los achaques de la edad sean evidentes, ni de como les quedarán los corsés y si podrán con el peso de las suspensiones...

Sea como sea, Yo tengo la intención de descubrirlo.

Comentarios

  1. Me encantó tu entrada Yanae. Las parejas Amo/sumi que andan por ahí no piensan mucho en el futuro, ni en la edad porque cuando el Amo se cansa de la sumi la cambia por otra y listo. Más joven tal vez, nuevita para poder hacerla a su gusto y ya. No quieren otra cosa. Si no desean el compromiso afectivo. Si no hablan del amor. Si no pueden otra cosa. Y algunas mujeres como tampoco pueden aceptan eso como migajas antes que nada. A veces son personas solas, con baja autoestima, mayores, y antes que nada, bueno que me fajen un poquito.
    Yo tengo una relación de pareja que lleva 9 años, en el BDSM llevo muy poco, y lo que ví no me gustó mucho. Mi pareja ha evolucionado siempre. Buenos momentos, malos momentos, crisis, cambios. Pero va cambiando en la medida que nosotros cambiamos. Y de vieja que espero bueno tal vez en lugar de 20 azotes por decir un número pueda la mitad. Seguir follando con mi pareja, porque en la vejez parece que el sexo desapareciera, dormir cucharita desnudos, reírnos, disfrutar, mirarnos y saber lo que el otro necesita. Amar supongo y que me amen. Y no dejar de ser hombre ni mujer,amantes por ser viejos. Un abrazo y perdoname el rollo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario