Fantasía para amy{T} 2ª parte


2ª parte La cubierta

Estas preciosa y me siento orgulloso de ti, te observo mientras terminas de arreglarte inclinada hacia el espejo retocas tus labios, llevas el vestido que compre para ti, te sienta tan bien…
Es la hora de cenar y quiero lucirte en el restaurante del barco, he reservado una mesa en el centro de la sala desde donde podrán vernos sin problemas.
Sabes que durante la cena podrás mirarme a los ojos y comportarte con naturalidad pero también sabes que deberás obedecerme en todo lo que te mande.
Salimos del camarote tu me coges del brazo y te acurrucas pero con la cabeza alta, quiero que te sientas orgullosa tu también.
Durante el camino al restaurante por la cubierta me paro un momento para observar el océano el viento levanta la falda de tu vestido pero tu no te cubres, te miro y te sonrío, tu bajas la mirada y esbozas también una sonrisa.
Cojo tu mano y la dirijo despacio hacia mí, quiero que sepas que estoy excitado, tu me acaricias suavemente recreándote en mi parte más sensible.
Se que tu también estas excitada pero te ordeno q me lo muestres, acaricias tu sexo con los dedos de la otra mano y me muestras tu humedad.
-Masturbate!!- Te exijo
No sabes quien puede estar detrás, quien podría verte, además debes permitir que quien te mire intuya lo que estas haciendo sin que pueda verlo, no quiero que montes un espectáculo, así q debes ser sutil.
Aunque lo deseas, esperas que no te permita llegar al orgasmo, no te crees capaz de mantener la sutileza llegado a ese extremo. Pero no te doy la orden, en vez de eso te susurro en el oído lo perra que eres.
Un espasmo recorre todo tu cuerpo y te esfuerzas por contener la expresión de tu éxtasis, pero por mucho que lo intentes no puedes evitar un quejido de placer, me pides que te perdone entre jadeos mudos pero sabes que serás castigada.
Te ordeno que limpies tu mano con la lengua y lo haces obedeciendo al instante, aparto tu mano de mi y me voy dejándote sola frente al negro océano.
No sabes donde estoy y aunque me siento a tan solo unos metros tras de ti, no te atreves a girarte así que te sientes enormemente sola, ese es tu castigo y se que eso te hace sufrir.
No tardo demasiado en volver a ti paso mi brazo por tu espalde y acaricio tu pelo.
-Gracias mi señor- murmuras con el rostro bajo.
Con la otra mano acaricio tu barbilla y dirijo tu rostro hacia mi, sonrío y te beso.
- Vamos a cenar- te digo con delicadeza.

Comentarios

  1. De sobra sabe Señor lo que me cuesta trancribir mis pensamientos en prosa...pero me he decidido ha intentarlo para complacerlo...Estas lineas son suyas..le pertenecen..lo mismo que te pertenecen mis mas oscuras fantasias que poco a poco se van despojando de sus culpas y arrepentimientos y van escapando hacia ti,a su dueño,las vas liberando despacio,derribando las barreras imopuestas por el recato,sacando la sumisa atrapada en mi todavia envuelta en recelos y verguenzas...Te agradezco Señorque con tus palabras,aunque lejanas,allende a los mares,permitas que me libere entregando en sus manos las sensaciones que su placer producen en mi..Me siento orgullosa de que ud no confunda el sentido de la palabra sumision,que no tergiverse su esencia..ser sumisa no significa sentirse usada,ni convertirse en objeto de placer egoista,nada mas lejos...es saberse deseada por lo que se es y abandonarse a ello sin temor.amy{T} su sumisa allende a los mares

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  2. Gracias cielo, q sepas q te echo de menos.

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