Fantasía para Cristina



Es viernes por la noche, nuestro primer encuentro, hemos pactado que estarás a mi servicio durante todo el fin de semana. Hace dos horas que has recibido un mensaje al móvil con una orden corta; una dirección y una hora. Ya has llegado a la dirección, es un lugar no muy iluminado y totalmente desierto, vistes con tacones, vestido, un bolso y sin ropa interior.

Llega otro mensaje a tu móvil (quitate el vestido y mételo en el bolso!)... lo haces.

Un hombre alto se acerca desde lejos, despacio, imaginas que soy yo pero no puedes estar completamente segura.
Al llegar a donde estas tú, se para y te mira de arriba a abajo, se acerca mirándote directamente a los ojos, se abalanza sobre ti y te agarra tapándote la boca.
Te susurra al oído con tono contundente.

-si gritas te mato!-

Te voltea y te obliga a poner los brazos a tu espalda, te ata las muñecas con una brida de plástico gruesa, saca una mordaza, te la pone y tira de ti hacia un coche aparcado.
Al llegar abre el maletero, te mete dentro y antes de cerrarlo manosea tu cuerpo mientras sonríe con malicia.

Tras un trayecto de media hora el coche se detiene, oyes el sonido de una verja abriéndose y el ladrido de varios perros, en coche traspasa la verja y unos metros después para y se apaga el motor.

Oyes las voces de varios hombres, pero el maletero no se abre. Cuando por fin se abre, puedes ver al hombre que te ha secuestrado, te venda los ojos y te saca del maletero.
Te agarra del pelo y te obliga a seguirle, subes unas escaleras y sientes como entras en una estancia, hueles el tabaco y oyes algunos murmullos que paran cuando tu entras.

Tu secuestrador habla; Esta es la zorra que os he traído para que la uséis...

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