Castigo de humillación



Toda falta tiene sus consecuencias, y como siempre, el castigo fue proporcional a mi error.

Mi Amo, muy enfadado con mi actuación, me preguntó si por una orden suya estaría dispuesta a chupársela a un desconocido. En ese momento me dio un vuelco al corazón y mientras mi alma le contestaba que SI pensé que estaba a punto de acelerar el proceso de superación de mis límites.
Sentí un mezcla de miedo escénico y pudor pero sobretodo sentí una ilusión muy grande por la oportunidad que me daba para demostrarle que era suya para todo, que podía hacer conmigo lo que quisiera.
Me ordenó vestirme con mi vestido negro de gran escote, ese que hace que se me salgan las tetas y, si no voy con cuidado, hasta los pezones. Sin ropa interior, con los zapatos de tacón nuevos, maquillaje y peinado y fui a buscarle.
Nos reunimos en la mazmorra donde aprovechó para "adornarme", bajó el escote del vestido para sacarme lo poco que quedaba cubierto de las tetas y colocarme una pinza bien apretada en cada pezón.
Me ordenó ponerme el plug más grande que tengo en el culo, cogí el lubricante y me puse a cuatro patas sobre la cama, sabía que EL estaba detrás mirándome y observando cada gesto, me sentía expuesta y humillada, me pasé el lubricante con los dedos por el culo y me metí el plug sin miramientos. Mi primera idea fue que no me daría tiempo ni a meterlo, imaginé que me cogería por detrás después de aplicarme el lubricante y me follaría sin piedad el culo, estaba nerviosa y mientras imaginaba no pude frenar mi mano que empujó el dildo hasta el fondo sin piedad, me dolió horrores y esa fue la primera punzada de alivio que sentí esa maravillosa noche donde iba a purgar mis pecados.
Me tiró las bolas chinas sobre la cama y me ordenó metérmelas por el coño, tenía mis dudas sobre si entrarían bien, puesto que me dolía mucho todavía el culo, me costó metérmelas pero los mismos nervios me obligaron a ser más brusca y empujar con fuerza mientras imaginaba cómo me lo haría EL. Sentí un estremecimiento al verme violándome a mi misma a la vista de mi Dueño que observaba impaciente puesto que tenía un propósito que deseaba cumplir cuanto antes, así pues no me demoré más y una vez me llené mis dos agujeros me coloqué las bragas y me levanté a esperar más ordenes de mi Amo.
Me colocó en la boca la mordaza con bola y aproveché para, mentalmente, hacer un repaso de mi situación, me veía desde fuera de mi cuerpo follada por cada uno de mis agujeros, expuesta y vulnerable. Sentía mi coño chorreando mientras me colocaba las esposas de metal en mis muñecas detrás de mi espalda, y después cuando me colocaba la correa de los perros en la anilla de mi collar, y el “extremis” fue cuando dejó el bolso colgado en mis manos que seguían atadas a mi espalda, no podía faltar el servicio de transporte, faltaría más que tuviera que llevar mi Amo el bolso sólo porque estuviera atada.
Tiró de mi para conducirme hacia la verja que separaba nuestra casa del mundo exterior, donde cualquier persona ajena a nuestro mundo vería quien soy realmente, la esclava, la puta, la zorra de mi Dueño y Señor, comprenderían mi condición de sumisa y a quien pertenezco, ese maravilloso hombre que tiraba de mí, exhibiéndome al mundo como una cosa de su propiedad.
Nos dirigimos hacia el coche y me abrió la puerta, me ayudó a sentarme y luego se sentó EL, encendió las luces interiores del coche para que el mundo no se perdiera la visión aún con la oscuridad de la noche. Arrancó el coche y entonces mi mente empezó a volar, llegaríamos a un lugar de la costa, donde EL buscaría a alguien y hablaría con él mientras yo esperaba sus órdenes, se acercaría con alguien y me obligaría a lamerle y chuparle su polla y yo estaba dispuesta a obedecer sin rechistar y mi Amo sentiría el mayor orgullo del mundo.
Mientras imaginaba eso intentaba mantener el equilibrio en el coche, a pesar de que mi Amo conducía con prudencia, mi posición, con las piernas abiertas y las manos a la espalda me dificultaban mantenerme quieta, mi Amo no habría deseado tener que preocuparse por mis balanceos, así que me esforcé en mantenerme todo lo quieta posible.
Nos acercamos al pueblo y vi unos coches que venían en dirección contraria parados en un semáforo, por seguro que al cruzarnos con ellos me verían, sentí mucha vergüenza y pudor y no pude evitar bajar la cabeza y cerrar los ojos, me concentré en mi Dueño y sentí tranquilidad porque sabía que a su lado nada malo podía pasarme.
Antes de pasar la rotonda que separaba el pueblo de la carretera paró el coche y me quitó las esposas, por mi mente pasó la idea de que me dejaría en un lado de la rotonda tal y como me encontraba para ejercer de prostituta como las muchas chicas que nos encontrábamos cada día por la carretera, sentí una mezcla de terror y excitación. Con las pintas que llevaba no me diferenciaba en casi nada a ellas, salvo por el maravilloso hecho de que yo era la puta de mi Amo.
Pero no pasó nada de eso, en cambio me ordenó subir los brazos y aprovechó para abrir el techo del coche y colocarme las esposas a través de la baca del coche. Me pasó una imagen por la cabeza y me dieron ganas de reírme, porque era el perfecto ejemplo que podían poner en clases de gramática para diferenciar vaca de baca, no explico más seguro que se entiende :)
Así, con los brazos en alto, mi postura era más recta y se veían más mis pechos expuestos al mundo, mi excitación iba cada vez más en aumento, estaba completamente mojada, y hasta podía oler mi sexo pidiendo guerra. Mis pezones dolían gracias a que mi Amo aprovechaba siempre que queria para azotarme las tetas o apretar las pinzas, también me azotaba los muslos y yo cada vez más excitada y deseosa de más castigo.
No dejó la rotonda por la primera salida, cuando ya arrancó el coche y se incorporó a ella y en lugar de eso la tomó entera y cogió el camino de vuelta a casa, entendí que esa noche no tendría ese temido castigo, sentí alivio y supe que todavía no era el momento para ello. No obstante sabía que la noche no había terminado aún, todavía quedaba llegar a casa, y aún podríamos encontrarnos más gente por el camino. Aunque "no hubo suerte" ;)
Aparcó y me sacó las bolas chinas que al estar sentada costaban más en salir y sentía mi vagina dilatándose y protestando y yo cada vez más mojada, el calor y la humedad de mi sexo mostraban el deseo de ser violada y maltratada por mi Dueño.
Me condujo hasta la mazmorra donde me arrancó las bragas, lo que hizo que el plug cayera al suelo, me ordenó apoyarme sobre la cama con las piernas abiertas y el culo expuesto, me metió los dedos y después su maravillosa polla, no entró del todo, supongo que mi culito se negaba a exponer sus vergüenzas ya que no tuve tiempo antes del castigo de limpiarlo a conciencia, esto hizo que a día de hoy todavía me duela un poco.

Después todo pasó muy rápido, me azotó, me escupió, me tiró al suelo, me pisó, me violó, le lamí el culo y por fin se corrió en mi cara.
Me sentí llena, completa, plena y feliz, la expresión de dolor de mi Amo por mi estupidez había pasado a ser la de un Amo orgulloso y satisfecho, me sentí la persona más importante del mundo, porque había hecho de mi entrega la satisfacción y la felicidad de mi Amo. A ver como se supera eso!? :D

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