Relato, La ley del embudo
Yo te
miro, repaso con mis ojos cada pliegue de tu piel, cada curva, tu
rostro totalmente entregado a lo que haces, tus labios perfectos,
adorando los pies de tu Amo.
Te
ordeno utilices también tu lengua, rápidamente contestas...
-Si
mi Amo-
y
comienzas a lamerme. Pasas tu lengua por los dedos, lames con fuerza
la planta y como si me abrazaras con tu cuello deslizas tu lengua y
tu mejilla por el empeine.
Dejo
que te recrees un poco mas y cuando estas apunto de pasar a mi otro
pie, con las dos manos, alzo tu rostro hasta que nuestras miradas se
cruzan. Sin dejar de mirarte a los ojos acaricio tus labios con mi
pulgar y despacio lo introduzco
en tu boca.
Puedo
sentir como te excitas mientas chupas mi dedo como si hicieses una
felación.
Con mi
otra mano comienzo a acariciar tu cuello y de repente transformo la
caricia en garra. Aprieto tu cuello, lo justo, para que sientas mi
dominación y para evitar que te apartes cuando introduzco mi pulgar
hasta tu garganta.
Intentas
alejarte pero no te lo permito, tu mirada me lo suplica y aun así
permanezco dentro de ti, hasta que no puedes evitar luchar por
apartar tu cara y lo consigues.
Inmediatamente
te abofeteo y tras la sorpresa te apresuras a besar la mano con la
que te he pegado...
-Gracias
mi Amo-
-Ahora
te voy a dejar con las ganas zorra-
Recuperas
tu posición mientras yo me aparto apoyándome en el respaldo de mi
sillón y comienzo a liarme un cigarro.
Mientas
doy las primeras caladas vuelvo a observarte; tu mirada baja y tu
respiración algo agitada todavía.
Antes
de dar la tercera calada a mi cigarro lo aplasto contra el cenicero y
acercándome de nuevo a ti, te arranco de un tirón la camiseta
dejando al descubierto tus pechos.
Con mi
mano izquierda te agarro del pelo para que no puedas apartarte y con
mi mano derecha manoseo tus pechos con fuerza, sin compasión,
pellizco tus pezones, al principio con suavidad pero cada vez mas
fuerte asta que logro arrancar de ti un quejido.
Sigo
manoseándote un rato, después guío tu cara asta mi cuello
agarrándote del pelo y te ordeno que me huelas, tu lo haces
aspirando intensamente, yo abro mi camisa y paseo tu rostro por mi
pecho, te llevo de nuevo a mi cuello y después te obligo a oler mi
axila.
-¡Bésame!
quiero que tus labios se impregnen de mi olor-
-si
mi Amo-
-¿Te
gusta zorra?-
-Si
mi Amo, gracias-
Suelto
mi garra de tu pelo y tu sigues besando mi axila, me lames y frotas
tu cara en mi.
-Buena
chica, ponte de pie-
-si
mi Dueño, gracias-
Yo
también me pongo en pie, me aparto unos centímetros y te miro
satisfecho.
-¡Quitate
la falda!-
-Si
mi Amo- contestas mientra cumples rápidamente mi orden y
vuelves a situar tus manos detrás de la espalda.
Te
rodeo lentamente, hasta situarme detrás tuyo, agarro tus muñecas y
te pongo las esposas. Te obligo a flexionar la espalda y comienzo a
manosear tu culo con fuerza.
Después
una nalgada suave y luego otra. Voy acariciando tus nalgas después
de cada azote, mientras aumento lentamente la fuerza y el ritmo.
Cada
vez te azoto mas fuerte y mas rápido, hasta que vuelvo a oír un
quejido de dolor, entonces te doy un ultimo azote, mas fuerte y
arranco tus bragas de un tirón.
-¡Abre
las bien piernas perra!-
-Si
mi Amo-
Ya
estas muy mojada, paso suavemente, casi sin tocarte, mis manos por tu
sexo y te susurro al oído...
-Así
me gusta zorrita, que te mojes para tu Amo-
-Gracias
mi Dueño-
Muy
despacio, comienzo a tocarte, tu empiezas a sentir mi mano muy suave,
mis dedos entran un poco en ti, mientras subo uno de mis pies al
brazo del sillón, situándolo frente a ti para que puedas lamerlo.
Cada vez te toco con mas fuerza y mas rápido, de repente, introduzco
mi pulgar y comienzo a follarte con el mientras con la otra mano te
agarro del pelo y te obligo a chupar mi pie con labios y lengua,
alimentándote de mi.
Tus
jadeos se tornan gemidos y siento que estas apunto de tener un
orgasmo.
-¿Mi
Dueño me da su permiso para correrme?-
-¡NO!-
te contesto sin dejar de follarte con mis dedos.
Puedo
ver como te esfuerzas para retrasar el orgasmo.
-¡Se
lo suplico mi Amo no puedo mas!-
Yo
aumento la velocidad con mi mano.
-¡NO!
te prohíbo que te corras ZORRA!
No
eres capaz de controlarte por mas tiempo y te sobreviene el éxtasis.
-¿ASI
QUE ME DESOBEDECES EH? ¡PUTA!-
Te
obligo a arrodillarte de nuevo y te abofeteo.
-¡Lo
siento mi Amo!-
Te
abofeteo una vez mas, te empujo al suelo y me bajo los pantalones.
-
¡Chupa! -
Tu lo
haces como si la vida te fuese en ello y agarrándote del pelo con
las dos manos me introduzco hasta el fondo de ti varias veces.
Dejo
que sigas hasta que me canso de estar de pie, entonces me aparto de
ti y me siento en mi sillón. Te miro, tu esperas de rodillas,
entonces chasqueo mis dedos y tu te acercas rápidamente a seguir con
tu tarea pero al llegar yo te paro y guió tu boca a mi culo. Te
ordeno que sigas lamiendo mientras yo comienzo a masturbarme sin
prisa y así te tengo hasta que me derramo sobre mi mano.
-¡Me
has desobedecido y no te mereces la leche de tu Amo!-
-
Lo se mi Amo, lo siento -
Y me
limpio con tu pelo.
Señor, fue maravilloso leerlo de verdad, que siento como que se le va la vida en escribir tan perfecto relato., muy de mi sentir.,muy sensual, lujurioso y sádico., Usted sabe y me conoce, y digo lo que nace en mi alma..en mi esencia de sumisa,,es casi orgasmico.,
ResponderEliminaresencia de sumisa...
Muchísimas gracias por tus palabras :)
ResponderEliminarAins señor espero y anhelo servir algun dia a mi amo como una perra fiel.Gracias señor por su relato
ResponderEliminarHola milo, si ese es tu deseo, se paciente y constante y sin duda lo lograrás :)
ResponderEliminarme ha encantado..un placer estar aqui..DAFNE
ResponderEliminarGracias DAFNE.
EliminarUhhh más
ResponderEliminar:)
EliminarPERO BUENO DONDE ESTAN LAS FOTOS?
ResponderEliminarDisculpa, a que fotos te refieres?
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