CUANDO SE EXTINGUE LA LUZ


Tus besos ascienden despacio,
Se enredan en mi tallo valiéndose de mis espinas para escalar,
No tienen prisa, pues tu alma ya ha coronado la cumbre,
Se detienen en cada uno de los aguijones gozando con la punzada y saciando la sed con mi veneno,
Las cadenas que ayer pesaban en tu camino y arrastrabas de tus versos,
Hoy iluminan con sus férreos reflejos,
cuando se extingue la luz.

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