UFFFF!!! :)



Imagino a mi Ama, frente al espejo, pintándose sus maravillosos ojos, para potenciar si cabe aun más su fulminante mirada, capaz de fundir mi corazón tan rápido como un azucarcillo en el café.

Yo hace un rato que estoy en la mazmorra, desnudo, arrodillado y con una de mis pelotitas en la boca. Siento como se tensan todos mis músculos, con mas pena que gloria trato de no excitarme mas, estoy rezando para que no se levante mi polla, cuando una gota de saliva se despega de mis labios y cae húmeda sobre Ella, esto me recuerda que ya llevo un rato en esta postura.

De repente se escucha la puerta, veo como mi Ama se acerca a su cachorrito, me muerde la oreja, venda mis ojos con el antifaz, ahora todo es oscuridad y excitación.

Siento como Ella me ata las manos a la espalda, el tacto de la cuerda, la presión en mi piel, en un instante se me hace imposible moverme. Cuando noto la cuerda de esparto por mi polla, la ata y esto me excita mas, con lo que aumenta la presión del bondage, noto como siguen resbalando gotas de saliva por mi pecho cuando una de cera cae sobre mis hombros, apreto con fuerza la pelotita pero no puedo evitar gemir de placer, no puedo moverme y cada vez mas gotas llenan mi cuerpo cuando de un empujón caigo de espaldas sobre la cama, mi Deidad coge unas cuerdas para sujetar con fuerza mis pies a las patas de la cama, escucho sus pasos por la habitación, puedo oler el humo de su cigarro, cuando en un instante vuelve a empezar la lluvia de parafina, de forma ininterrumpida llena mis pezones, genitales y todo mi piel.

Mi Ama sopla las velas, al rato escucho sus pasos y la puerta metálica, estoy inmovilizado, amordazado, excitado y sin poder ver. ¿ Pero estoy solo? Trato de relajarme pero no es tarea fácil, intento poner atención en oír algún ruido, me imagino ahora solo atado y esto me excita mucho. Un rato indefinido mas tarde, se vuelve a escuchar la puerta metálica, unos tacones, y como se mueven las cosas dentro del baúl, esto me alegra porque mi Deidad vuelve a estar en la mazmorra.

Escucho como se coloca el corsé, trato de adivinar cual es por el ruido. Cuando una luz cegadora y la esbelta, excitante silueta, de mi Ama, con su mirada y su sonrisa traviesas me hacen temblar, trato de moverme para ver sus maravillosas botas, pero todos los intentos son en vano no puedo moverme, de repente mi Ama me premia dejando a su cachorrito admirar sus maravillosas botas moradas, apretando con fuerza mis genitales.

Me desata los pies, me agarra con fuerza de mi collar y de un tirón me levanta de la cama, desata ahora mis muñecas de la espalda, noto un tremendo alivio, sus insistentes mordiscos en mis orejas y unos certeros bofetones que me hacen estremecer de placer, me coloca la mordaza, me muestra las dos fustas y la vara de bambu y me hace temblar de excitación. Ata de nuevo mis manos, esta vez al techo y mis pies al suelo que impiden que mueva un músculo, unas nalgadas con su mano en mi culito, unos cuantos bofetones mas , y con la fusta roja hace saltar la cera de mi cuerpo en cada golpe, ahora con la otra mano sujeta la fusta azul, demostrando una vez mas que mi Deidad es ambidiestra, azota sin piedad todo mi cuerpo volviéndolo rojo como un cherry , mis gemidos al compás de los azotes cada vez mas rápidos y fuertes, suerte de la mordaza que ahoga el sonido de mis cuerdas vocales, siento un intenso placer y excitación. Mi Ama agarra con fuerza mi pelo para tirar de mi cabeza hacia atrás y, otros tantos bofetones y escupe sobre mi cara, no puedo mas de excitación.

Me coloca el antifaz de nuevo, desata la mordaza y las manos, para que mi lengua este suelta para hacer sentir placer a mi Ama en cada lametazo, la acaricio como si fuera esta la ultima vez, me llena de orgullo que mi Ama me de este maravilloso premio, mientras sigue con la tormenta de azotes…


Nunca e sabido escribir, aunque creo que seria imposible relatar las maravillosas experiencias que mi Ama me deja vivir en la mazmorra, haciéndoles justicia.
Gracias mi Ama.

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