Fantasía para "Sandra"


Te tengo atada a una gran silla de madera, estás sola en la habitación del hotel, tus piernas están fuertemente atadas a las patas delanteras de la silla y tus brazos bien sujetos por detrás del respaldo.
Estas completamente sola y desnuda, tan sólo te cubre el pañuelo que tapa tus ojos.
Hace un rato que estás esperando y las ataduras están empezando a doler.
Oyes como se abre la puerta y unos pasos se acercan lentamente hacia ti, reconoces el sonido de mis botas.
Me paro frente a ti, sabes que te estoy observando y que no puedes escapar, sientes mi mano sobre la parte interior de una de tus piernas, no puedes cerrarlas para proteger tu intimidad, te acaricio, deslizo mis dedos por tu piel, me acerco pero no toco tu sexo y sigo acariciando tus ingles y tus muslos muy despacio.
De repente me alejo de ti, oyes como voy hacia la puerta y la abro. Yo murmuro algo y dos voces, una masculina y otra femenina, me responden. Se cierra la puerta y vuelvo a acercarme a ti. Acaricio tus labios, tus pechos, me detengo en tus pezones y los pellizco apretando despacio hasta que tu te quejas.
Oyes las respiraciones algo agitadas de mis invitados, mientras con una mano aprieto tus pechos con la otra te azoto la parte interior de tus piernas, primero suavemente pero cada vez mas fuerte dejando que el dolor y el placer se confundan.
Me acerco a tu oído y te susurro.

- Todos pueden ver lo zorra que eres -

Me vuelvo a alejar de ti y tú te sientes más desnuda que nunca.
Oyes como se enciende un mechero varias veces veces y tras unos segundos sientes como los tres nos acercamos a ti rodeándote. Detectas el olor de las velas justo un instante antes de que la primera gota de cera caliente toque tu piel.
La cera resbala por tus pechos, cubre poco a poco tus pezones y de nuevo el dolor y el placer se funden.
Uno de nosotros se aleja de ti, por el sonido de los tacones, sabes que es ella. Oyes el chasquido de una cámara fotográfica y comprendes que mi otra invitada te está haciendo fotos.
Yo me sitúo a tu espalda y mi invitado frente a ti, tiro de tu pelo obligándote a echar la cabeza hacia atrás y te ordeno que abras la boca. Paso mis dedos por tus labios al mismo tiempo que mi invitado azota con una mano tu sexo, mientras con la otra pellizca tu pubis tirando hacia arriba.
Oyes mi voz

-¿Quieres follártela?-

y una voz ronca me contesta

-Si, estoy deseando clavársela a tu zorra-

Mientras él sigue manoseándote yo te desato los brazos y empiezo a ponerte una camisa de fuerza, la voy atando con fuerza mientras él castiga tu sexo. Sus golpes te duelen tanto como el placer que te dan.
Cuando tienes la camisa de fuerza bien apretada desato tus piernas y te obligo a ponerte en pie, te agarro del cuello y te empotro contra la cama.
Entre los dos te ponemos de rodillas sobre el colchón, me siento frente a tu rostro, oyes cómo bajo mi bragueta, te agarro del pelo, guío tu cabeza y entro en tu boca sin miramientos.
Mi invitado aprovechando tu postura te agarra de la cintura y empieza a follarte. Estas bien lubricada pero su ímpetu hace que te duela, sobretodo al principio.
Los dos entramos en ti cada vez con más fuerza hasta que explotamos llenando tu boca y tu coño.
Te ordeno que te tragues hasta la última gota de mi y tú lo haces.
Aprieto mi polla para que puedas beber hasta mi última gota y cuando has terminado de dejarla bien limpia me aparto de ti y te ordeno que se la limpies también a mi invitado.
Te quito la venda de los ojos para que puedas ver cómo mis invitados me dan las gracias y me felicitan cuando me despido de ellos.
Vuelvo hacia ti, te pongo en posición fetal a media altura de la cama, me tumbo a tu lado de forma que tu cara queda a la altura de mi ombligo,nos tapo con las sábanas y entro en tu boca.

-Hoy vas a dormir con la camisa de fuerza y tu Amo dentro de tu boca, que no se te salga o te castigaré.-

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